Masnou es una localidad costera situada a unos 17 kilómetros de Barcelona, que cuenta con una larga tradición ajedrecística. Según algunas fuentes, el primer club de ajedrez de Masnou se fundó en 1923, y desde entonces ha organizado numerosos torneos y actividades relacionadas con el noble juego.
Pero lo que hace especial a Masnou es que ha dado nombre a un sistema de competición muy original, que se caracteriza por su rapidez y su dinamismo. El sistema Masnou consiste en tener una serie de tableros jugando y una cola de varios jugadores en espera. Cuando una partida termina, el vencedor advierte al árbitro para que le anote un punto y el perdedor se levanta y ocupa su lugar al final de la cola. El vencedor del torneo es quien más partidas gane en un tiempo determinado, por ejemplo en dos horas, que será lo que dure el torneo.
Este sistema de competición tiene varias ventajas: permite jugar a muchos participantes con pocos tableros, garantiza que todos los jugadores tengan oportunidades de jugar, y genera un ambiente de emoción y diversión. Además, favorece el juego rápido y agresivo, ya que no hay tiempo para pensar demasiado ni conformarse con las tablas.
El sistema Masnou se suele jugar con partidas relámpago, es decir, con un ritmo de 5 minutos o menos por jugador. En caso de tablas, se pueden hacer dos cosas, o bien sigue jugando quien estaba dentro (es lo más normal), o bien sigue jugando el que llevaba las negras. Las tablas pueden contar como medio punto, o bien no contar para la clasificación general y ser un criterio de desempate.
El sistema Masnou es muy popular en Cataluña, donde se celebran varios torneos al año con esta modalidad. También se ha extendido a otras regiones de España y a otros países, donde se le puede conocer con otros nombres, como sistema de cola o sistema de espera. Sin embargo, el nombre original se debe al pueblo de Masnou, donde se originó este sistema y donde se sigue practicando con entusiasmo.
El ajedrez y Masnou tienen pues, un vínculo histórico y original, que demuestra la riqueza y la variedad del juego ciencia. Si te gusta el ajedrez y quieres probar una forma diferente y divertida de competir, te animamos a que participes en un torneo Masnou, o que organices uno con tus amigos. Seguro que no te arrepentirás.
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