7 cosas que crees que entiendes de ajedrez, pero realmente no las entiendes - voctarchess

06 junio 2023

7 cosas que crees que entiendes de ajedrez, pero realmente no las entiendes

 


El ajedrez es un juego milenario que ha fascinado a generaciones de aficionados y profesionales. Sin embargo, no es un juego fácil de dominar, y muchos de los conceptos que creemos entender sobre él son en realidad erróneos o incompletos. En este artículo te vamos a revelar 7 cosas que quizás creas que entiendes sobre el ajedrez pero realmente no las entiendes.


1. El valor de las piezas

Una de las primeras cosas que aprendemos al jugar al ajedrez es el valor relativo de las piezas: un peón vale 1 punto, un caballo o un alfil 3 puntos, una torre 5 puntos y una dama 9 puntos. Sin embargo, este valor es solo una aproximación y puede variar según la posición y el contexto. Por ejemplo, un caballo puede valer más que una torre si está bien situado en el centro o cerca del rey enemigo, mientras que una dama puede valer menos que una torre si está atrapada o aislada. Además, hay situaciones en las que sacrificar material puede ser beneficioso para obtener una ventaja posicional o táctica. Por lo tanto, no te fíes ciegamente del valor de las piezas y evalúa cada posición con criterio.


2. La importancia del centro

Otra cosa que aprendemos al jugar al ajedrez es la importancia de controlar el centro del tablero, ya que desde ahí las piezas tienen más movilidad y alcance. Sin embargo, esto no significa que haya que ocupar el centro con todas las piezas o que haya que evitar jugar en los flancos. Hay muchas aperturas y sistemas de juego que se basan en ceder el centro al rival para luego atacarlo desde los lados o el fondo, como la defensa siciliana o la defensa india de rey. Además, hay posiciones en las que el centro está bloqueado y lo más importante es abrir líneas en los flancos o crear debilidades en la estructura de peones del rival. Por lo tanto, no te obsesiones con el centro y adapta tu juego a cada posición.


3. La regla del enroque

Otra cosa que aprendemos al jugar al ajedrez es la regla del enroque, que nos permite mover el rey y una torre al mismo tiempo para poner el rey a salvo y conectar las torres. Sin embargo, esta regla tiene algunas excepciones y limitaciones que hay que tener en cuenta. Por ejemplo, no se puede enrocar si el rey ha movido previamente, si esta en jaque, si la casilla por la que pasa el rey está amenazada por una pieza rival, si hay una pieza propia entre el rey y la torre o si la torre ha movido previamente. Además, hay situaciones en las que no conviene enrocar o incluso es mejor dejar el rey en el centro, como cuando el rival ha lanzado un ataque directo al enroque o cuando se puede aprovechar la columna abierta para infiltrar una torre o una dama. Por lo tanto, no te apresures a enrocar y piensa si es conveniente o no.


4. La ventaja del peón pasado

Otra cosa que aprendemos al jugar al ajedrez es la ventaja del peón pasado, que es aquel peón que no tiene ningún peón rival delante de él ni en las columnas adyacentes. Un peón pasado puede ser muy peligroso porque puede avanzar hasta coronar y convertirse en una dama u otra pieza. Sin embargo, esto no significa que todo peón pasado sea bueno o que haya que crearlo a toda costa. Hay peones pasados que son débiles porque están aislados o bloqueados por una pieza rival, y hay situaciones en las que crear un peón pasado implica debilitar nuestra estructura de peones o perder otras ventajas. Por lo tanto, no te dejes seducir por los peones pasados y evalúa su potencial real.


5. La igualdad de material

Otra cosa que aprendemos al jugar al ajedrez es la igualdad de material, que se da cuando ambos bandos tienen el mismo número de piezas y peones. En general, se considera que la igualdad de material implica un equilibrio en la posición y una alta probabilidad de tablas. Sin embargo, esto no siempre es así, ya que hay otros factores que pueden inclinar la balanza a favor de uno u otro bando, como la actividad de las piezas, la seguridad del rey, la estructura de peones o el control de casillas clave. Hay posiciones en las que un bando tiene menos material pero tiene una compensación suficiente para mantener el equilibrio o incluso para obtener ventaja. Por lo tanto, no te conformes con la igualdad de material y busca siempre formas de mejorar tu posición.


6. El final de partida

Otra cosa que aprendemos al jugar al ajedrez es el final de partida, que se da cuando quedan pocas piezas y peones en el tablero. En general, se considera que el final de partida es más fácil de jugar porque hay menos complicaciones y se pueden aplicar principios generales como activar el rey, avanzar los peones o crear zugzwang (obligar al rival a mover cuando no quiere). Sin embargo, esto no significa que el final de partida sea trivial o aburrido. Hay muchos finales de partida que son complejos y requieren un cálculo preciso y un conocimiento profundo de las técnicas específicas para cada tipo de final (de rey y peón, de torres, etc.). Además, hay finales de partida que son muy creativos e interesantes desde el punto de vista artístico o práctico. Por lo tanto, no subestimes el final de partida y estudia sus secretos.


7. La belleza del ajedrez

La última cosa que aprendemos al jugar al ajedrez es la belleza del ajedrez, que no se limita a las jugadas brillantes, los sacrificios sorprendentes, los mates ingeniosos o las ideas profundas que vemos en las partidas de los grandes maestros. También podemos encontrarla en todos los niveles y en todas las partidas, incluso en las más sencillas o modestas. Solo necesitamos tener una actitud curiosa y abierta para descubrir las posibilidades ocultas del tablero y disfrutar del proceso creativo que implica jugar al ajedrez. Por eso, no busques la belleza del ajedrez solo en los libros o en internet: crea tu propia belleza del ajedrez cada vez que juegues.

Esperamos que este artículo te haya gustado y te haya ayudado a entender mejor algunos aspectos del ajedrez.


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