¿Sabes lo bueno o malo que eres al ajedrez? El efecto Dunning-Kruger y su influencia en los jugadores - voctarchess

22 septiembre 2023

¿Sabes lo bueno o malo que eres al ajedrez? El efecto Dunning-Kruger y su influencia en los jugadores


El ajedrez es un juego que requiere de mucha habilidad mental, concentración, estrategia y creatividad. Sin embargo, no todos los jugadores tienen el mismo nivel de competencia ni la misma capacidad de autoevaluarse. Algunos jugadores se creen mejores de lo que son y otros se infravaloran. ¿A qué se debe este fenómeno? ¿Cómo afecta al rendimiento y a la motivación de los ajedrecistas? En este artículo vamos a hablar del efecto Dunning-Kruger, un sesgo cognitivo que explica estas diferencias de percepción y que tiene implicaciones importantes para el aprendizaje y la mejora del ajedrez.


¿Qué es el efecto Dunning-Kruger?

El efecto Dunning-Kruger es un fenómeno psicológico que afecta a la forma en que las personas se perciben a sí mismas y a sus habilidades. Consiste en que las personas que tienen poca competencia o conocimiento en una determinada tarea tienden a creer que son más capaces o expertas de lo que realmente son. Por el contrario, las personas que tienen mucha competencia o conocimiento en esa misma tarea tienden a creer que son menos capaces o expertas de lo que realmente son. Es decir, hay una discrepancia entre la autoevaluación y el rendimiento real de las personas.

Este efecto se puede medir de dos formas: comparando la autoevaluación con el rendimiento objetivo o con el rendimiento de los demás. La primera forma consiste en pedir a las personas que realicen una tarea y que luego estimen qué tan bien lo han hecho. Luego se compara su estimación con su resultado real, por ejemplo, el número de aciertos o errores que han tenido. La segunda forma consiste en pedir a las personas que realicen una tarea y que luego estimen qué tan bien lo han hecho en relación con los demás. Luego se compara su estimación con su posición real en el grupo, por ejemplo, el porcentaje de personas a las que han superado o igualado. El efecto Dunning-Kruger se produce en ambos casos, pero es más fuerte cuando se usa la segunda forma.

El efecto Dunning-Kruger fue descubierto por los psicólogos David Dunning y Justin Kruger en 1999. Ellos realizaron varios experimentos con estudiantes universitarios sobre razonamiento lógico, gramática y habilidades sociales. Encontraron que los estudiantes que tenían peores resultados se sobreestimaban más que los que tenían mejores resultados. Además, los estudiantes que tenían peores resultados eran incapaces de reconocer su propia incompetencia y la competencia de los demás. Desde entonces, se han hecho muchos otros estudios sobre este efecto en diferentes ámbitos, como los negocios, la política, la medicina, la conducción, la aviación, la memoria espacial, los exámenes escolares y la alfabetización


¿Cómo funciona el efecto Dunning-Kruger en el ajedrez?

El efecto Dunning-Kruger en el ajedrez se refiere a la tendencia de algunos jugadores a sobreestimar o subestimar su nivel de juego en relación con otros jugadores o con los estándares objetivos del juego. Esto puede tener consecuencias negativas tanto para los jugadores de bajo nivel como para los de alto nivel.

Los jugadores de bajo nivel suelen caer en la ilusión de competencia, es decir, creen que son más hábiles de lo que realmente son. Esto puede deberse a varios factores:

La falta de conocimiento sobre las reglas, las estrategias y las tácticas del juego les impide reconocer sus propios errores y los aciertos de sus oponentes.

La falta de experiencia les impide compararse adecuadamente con otros jugadores y calibrar su nivel real.

La falta de feedback les impide recibir información objetiva sobre su rendimiento y corregir sus deficiencias.

La influencia de factores externos como la suerte, el azar o la ayuda de terceros les hace atribuir sus éxitos a su propia habilidad y sus fracasos a causas ajenas a ellos.

Los jugadores de alto nivel suelen caer en la ilusión de incompetencia, es decir, creen que son menos hábiles de lo que realmente son. Esto también puede deberse a varios factores:

La alta exigencia y perfeccionismo les hace ser muy críticos con su propio juego y no valorar suficientemente sus logros.

La alta competencia les hace enfrentarse a rivales muy fuertes y tener que esforzarse al máximo para ganar o empatar.

La alta complejidad del juego les hace ser conscientes de la gran cantidad de posibilidades y variantes que existen y de lo difícil que es encontrar la mejor jugada en cada situación.

La influencia de factores internos como el estado de ánimo, la confianza o la presión les hace atribuir sus éxitos a causas externas a ellos y sus fracasos a su propia falta de habilidad.


¿Cómo combatir el efecto Dunning-Kruger en el ajedrez?

El efecto Dunning-Kruger en el ajedrez puede tener efectos negativos tanto para los jugadores de bajo nivel como para los de alto nivel. Los jugadores de bajo nivel pueden caer en la complacencia, el conformismo, la arrogancia o la frustración. Los jugadores de alto nivel pueden caer en la inseguridad, el miedo, la ansiedad o la depresión. Por eso, es importante combatir este sesgo cognitivo y buscar una autoevaluación más realista y ajustada a nuestro nivel de juego. Algunas formas de hacerlo son:

Buscar fuentes de información objetiva sobre nuestro rendimiento, como las puntuaciones, las estadísticas, los análisis o las opiniones de expertos.

Compararnos con otros jugadores de nuestro mismo nivel o superior, observando sus partidas, sus movimientos, sus resultados y sus comentarios.

Solicitar feedback constructivo sobre nuestro juego, tanto de nuestros oponentes como de nuestros entrenadores, compañeros o amigos.

Reconocer nuestros errores y aprender de ellos, buscando las causas que los provocaron y las formas de evitarlos en el futuro.

Reconocer nuestros aciertos y celebrarlos, buscando las razones que los favorecieron y las formas de repetirlos en el futuro.

Establecer objetivos realistas y desafiantes para nuestro juego, que nos motiven a mejorar y a superarnos sin caer en la frustración o la ansiedad.

Disfrutar del juego y del proceso de aprendizaje, sin obsesionarnos con los resultados ni con las comparaciones.


El efecto Dunning-Kruger es un fenómeno psicológico que afecta a muchos ámbitos de la vida, incluido el ajedrez. Ser conscientes de este sesgo cognitivo y combatirlo puede ayudarnos a mejorar nuestro juego y nuestra satisfacción personal. ¿Y tú, qué opinas sobre el efecto Dunning-Kruger en el ajedrez? ¿Te has sentido alguna vez más o menos competente de lo que realmente eres?


No hay comentarios: