Marcel Duchamp (1887-1968) fue un artista francés que revolucionó el arte del siglo XX con sus propuestas vanguardistas, como los ready-mades, los objetos cotidianos que presentaba como obras de arte, o El gran vidrio, una compleja instalación que tardó ocho años en realizar. Pero además de su faceta artística, Duchamp tenía otra pasión: el ajedrez.
Duchamp y el ajedrez
Duchamp se interesó por el ajedrez desde su infancia, cuando aprendió a jugar con sus hermanos. Su afición se intensificó cuando viajó a Estados Unidos en 1915 donde conoció a grandes maestros como Frank Marshall y José Raúl Capablanca. En 1919, se trasladó a Buenos Aires, donde se dedicó exclusivamente al ajedrez durante nueve meses. Allí escribió un artículo titulado: La partida de ajedrez considerada como una obra de arte pura.
En 1923, Duchamp anunció su retiro del arte para dedicarse al ajedrez y participó en varios torneos internacionales. En 1925, obtuvo el título de maestro internacional de la Federación Internacional de Ajedrez. También escribió libros sobre el juego, como La oposición y las casillas conjugadas se reconcilian (1932), en colaboración con Vitaly Halberstadt.
Duchamp consideraba que el ajedrez era superior al arte porque no dependía de la opinión o el gusto de nadie, sino solo de la lógica y la estrategia. También veía en el ajedrez una metáfora de la vida y la muerte, del orden y el caos, de la guerra y la paz.
Duchamp y el arte
Sin embargo, Duchamp nunca abandonó del todo el arte. En secreto, trabajó durante 20 años en una obra titulada Étant donnés (1946-1966), una instalación que representa una escena erótica y misteriosa que solo se puede ver a través de dos agujeros en una puerta de madera. La obra fue donada al Museo de Arte de Filadelfia después de su muerte.
Duchamp también relacionó el arte y el ajedrez en algunas de sus obras. Por ejemplo, en Retrato de jugadores de ajedrez (1911), pintó a sus hermanos jugando al ajedrez con un estilo cubista. En 1924, jugó una partida con Man Ray en la película Entreacto, de René Clair. En 1943 diseñó un juego de ajedrez de bolsillo que es considerado una obra de arte y ha sido presentado en exposiciones.
Duchamp fue un artista innovador y un ajedrecista apasionado que influyó en numerosas corrientes artísticas posteriores, como el dadaísmo, el surrealismo, el pop art o el arte conceptual. Su obra sigue siendo objeto de estudio y debate en el mundo del arte y del ajedrez.
Imagen: Bowdoin College Museum of Art
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