julio 2023 - voctarchess

30 julio 2023

Anatoly Karpov: el maestro del juego posicional
julio 30, 20230 Comments

Anatoly Karpov nació el 23 de mayo de 1951 en Zlatoust, Rusia, en el seno de una familia de ingenieros. Aprendió a jugar al ajedrez a los cuatro años con su padre, y pronto mostró un gran talento para el juego. A los 7 años le regalaron un libro de Capablanca y a los 13  se apunto a la escuela de ajedrez de Botvinnik. A los 15 años se convirtió en el maestro nacional más joven de Rusia y a los 18 años obtuvo el título de maestro internacional. En 1970 logro el título de Gran Maestro con tan solo 19 años. Fuera del ajedrez, Karpov se doctoró en economía y actualmente es profesor honorífico de la Escuela Superior Internacional de Negocios de Moscú.


Sus primeros éxitos

Karpov destacó por su juego posicional, sólido y profundo, basado en el dominio del centro y las casillas débiles. Su estilo era muy diferente al de los jugadores soviéticos de la época, que preferían el juego dinámico y táctico. Karpov gano el mundial junior en 1969 y en los años 70 se hizo con varios torneos importantes como el Interzonal de Leningrado en 1973. Pero su mayor logro en esa época lo obtuvo en 1974, cuando gano el Torneo de Candidatos, lo que supuso su clasificación para el match por el título mundial de ajedrez.


Su duelo con Fischer

En 1975, Karpov se clasificó para disputar el Campeonato Mundial contra el estadounidense Bobby Fischer, que había arrebatado el título al soviético Boris Spassky en 1972, en el que fue considerado match del siglo. Sin embargo, Fischer puso unas condiciones tan exigentes que la FIDE no las aceptó y le retiró el título. De esta forma, el 3 de abril de 1975, Karpov se convierte en el 12º campeón mundial de ajedrez. Sin embargo, Karpov quería ganar en el tablero y no poder jugar aquel match le supuso una gran decepción. Aquel duelo que todos esperaban pero que nunca se dio, ha dejado un vacío en la historia del ajedrez. Desde entonces, muchos aficionados han especulado sobre los motivos por los que Fischer renunció a jugar, incluso el propio Karpov, que pensó que la renuncia de Fischer se debía a que no estaba en condiciones de defender el título.  


Su reinado como campeón

Karpov defendió su título con éxito en dos ocasiones, ambas contra el disidente soviético Viktor Korchnoi, que había huido a Occidente tras perder el Torneo de Candidatos de 1974. Las partidas entre Karpov y Korchnoi fueron muy tensas y polémicas, tanto dentro como fuera del tablero. Karpov ganó por un estrecho margen en Baguio (1978) y  de forma más contundente en Merano (1981). Pero en 1984 emergió una nueva figura en el mundo del ajedrez. Se trataba de Garry Kasparov que disputó el mundial a Karpov en Moscú (1984). El match acabo con polémica ya que se alargo demasiado debido a la tremenda igualdad que había entre ambos jugadores. Tras nada menos que 48 partidas, de las cuales 40 terminaron en tablas, el presidente de la FIDE decidió anular el match, justo cuando Kasparov se estaba acercando peligrosamente en el marcador. Un año después, en 1985, se repitió el match en el que finalmente, Karpov dejaría de ser campeón del mundo. Sin embargo, 8 años después y tras el cisma del ajedrez, Karpov volvió a ser campeón del mundo y mantuvo la corona durante 6 años hasta su renuncia en 1999. 


Sus enfrentamientos con Kasparov

En 1984, Karpov se enfrentó al joven prodigio Garry Kasparov, que se había convertido en el retador oficial tras ganar el Torneo de Candidatos. El match fue uno de los más largos y dramáticos de la historia del ajedrez. Karpov llegó a tener una ventaja de 5 puntos tras 27 partidas. Todo apuntaba a que Karpov revalidaría el título ya que le bastaba una victoria más.  Pero Kasparov no se rindió y tras numerosas tablas, logró reducir la diferencia a solo 2 puntos. Tras 2 victorias consecutivas y con un Kasparov en su mejor momento, la FIDE decidió cancelar el match alegando que los jugadores estaban agotados. Un match que duro 48 partidas y en el que Kasparov demostró una resistencia sobrehumana, ya que aguanto 21 partidas en las que una derrota le habría supuesto la pérdida del mundial. 

En 1985 se celebró otro match entre Karpov y Kasparov, pero con diferente formato, para evitar lo que paso en el anterior, que empezó en un año y acabo en otro. Esta vez, el mundial estaría limitado a 24 partidas, y en caso en empate, el campeón mantendría la corona. Nuevamente, el match se alargo hasta el final. La igualdad entre ambos jugadores era tal que el mundial no se resolvió hasta la última partida. A esa partida, Kasparov llego con un punto de ventaja sobre Karpov. Por lo tanto, Karpov que jugaba con blancas, estaba obligado a ganar. Fue por ello que jugó una siciliana muy agresiva tratando de evitar las tablas, pero no pudo conseguir su objetivo y acabo perdiendo. Así, Kasparov se impuso 13-11 y se convirtió en el nuevo campeón del mundo de ajedrez. Karpov intentó recuperar el título en tres ocasiones más. En Leningrado (1986) donde perdió solo de un punto, en Sevilla (1987) donde logro empatar, pero en esta ocasión no le servía el empate, y en Nueva York y Lyon (1990) donde también perdió de solo un punto. Se puede decir que eran los dos jugadores del momento, conocidos más allá del ajedrez y con una igualdad entre ambos que llevó a este deporte a otro nivel. Tal era la igualdad entre ellos y superioridad sobre los demás que cuando se enfrentaban la expectación era máxima. Podríamos decir sin temor a equivocarnos, que los Karpov-Kasparov fueron el gran clásico del ajedrez de finales del siglo XX.


Cisma en la cumbre del ajedrez

Tras sus derrotas con Kasparov, Karpov cayo en un periodo de desilusión viendo muy lejos la posibilidad de volver a revalidar el título mundial de ajedrez. Pero en 1993, Kasparov rompió con la FIDE y creó su propia asociación, la Professional Chess Association (PCA), con el apoyo de varios patrocinadores. Esto dividió el mundo del ajedrez y en esa división, Karpov se mantuvo fiel a la FIDE. Ahora, sin Kasparov y otros grandes jugadores que se fueron con él, las posibilidades de Karpov de ganar el mundial aumentaron notablemente. Así las cosas, la FIDE organizo una final mundial entre Jan Timman, finalista del torneo de candidatos y el campeón mundial anterior a Kasparov, es decir, Karpov. Esto hizo que Karpov recuperase la motivación y lograse el título en Yakarta. Sin embargo, este título no se podía equiparar al que logro anteriormente debido a que había ausencias importantes, especialmente la de Kasparov. Esta división en el mundo del ajedrez se mantuvo hasta el año 2006 y provocó que, en cierto modo, el ajedrez tuviera simultáneamente dos campeones del mundo entre 1993 y 2006. 


Su actividad posterior

Karpov defendió su título de campeón mundial versión FIDE en dos ocasiones: contra Gata Kamsky en 1996 y contra Viswanathan Anand en 1998. En 1999 renunció a participar en el Campeonato Mundial organizado por la FIDE en Las Vegas, que fue ganado por Alexander Khalifman. Desde entonces, ha seguido jugando algunos torneos, aunque con menos frecuencia e intensidad, dejándose ver principalmente, en torneos de rápidas y exhibiciones de simultáneas.

Sin embargo, y a pesar del paso de los años, Karpov ha seguido muy vinculado al mundo del ajedrez, siendo propuesto en mayo de 2010 como candidato para presidir la Federación Internacional de Ajedrez. En esa candidatura de la federación rusa, pudo contar con el apoyo del que fuera su máximo rival en el tablero, Gary Kasparov. 

En los últimos años, Karpov entro de lleno en el mundo de la política al convertirse en diputado del congreso ruso. Eso le ha supuesto una sanción por parte de la Unión Europea debido a la invasión de Ucrania. Sin embargo, Karpov declaro que no voto a favor de la guerra. De hecho, Karpov ha participado en causas pacifistas y benéficas siendo presidente de asociaciones como el fondo internacional para la paz o la comisión para los damnificados de Chernobil o como embajador de UNICEF.

Volviendo al tablero, en octubre de 2018 pudimos ver a Karpov jugando un cerrado en Salamanca. La leyenda sufrió dos derrotas, pero a pesar de su edad, logro clasificar entre los 4 primeros. Además, antes de comenzar el torneo, Karpov dio una exhibición simultánea de ajedrez, que fue todo un éxito de participación ya que nadie se quería perder ese momento único de poder jugar con una figura legendaria del ajedrez. 

Ya en 2021, Karpov acepto un reto de lo más curioso. El ruso fue invitado al programa de televisión “Got Talent” España para jugar una partida contra Rey Enigma, uno de los participantes del concurso que se ha hizo famoso jugando enmascarado por las calles y plazas de España. Precisamente, el reto consistía en que si Karpov ganaba, rey enigma descubriría su identidad. Finalmente eso no sucedió y tras un final de infarto, rey enigma logro tablas, y quizás lo más importante, preservar su identidad.

Recientemente, en octubre de 2022, Karpov fue hospitalizado y en coma inducido. El ajedrecista ruso de 71 años sufrió una lesión en la cabeza tras una caída. Al parecer, Anatoli se resbalo y se golpeó la cabeza llegando a sufrir una conmoción cerebral. 15 días después, Karpov fue dado de alta y pocos meses después, ya en este año 2023, Karpov volvió al tablero dando una exhibición simultánea en la isla Djerba, en Túnez. 


Su legado como jugador

Karpov es considerado como uno de los mejores jugadores de ajedrez de la historia, por su dominio del juego posicional, su precisión técnica y su capacidad de sacrificio. Ha ganado más de 160 torneos internacionales y ha sido el número uno del ranking mundial durante 90 meses. Su puntuación Elo más alta fue de 2780, récord mundial hasta que fue superado por Kasparov en 1990. Karpov ha contribuido al desarrollo del ajedrez con sus aportaciones teóricas, sus partidas memorables y su influencia en las generaciones posteriores de jugadores. Su rivalidad con Kasparov es considerada como una de las más intensas y apasionantes de la historia del deporte. Su trayectoria como jugador es una fuente de inspiración para millones de aficionados al ajedrez en todo el mundo. Anatoly Karpov es un maestro del ajedrez y un embajador de la cultura y el deporte. Su talento, su estilo y su clase lo han convertido en un modelo a seguir en el tablero y en la vida. Su biografía es una historia de éxito, perseverancia y dignidad que merece ser respetada y valorada.


Imagen:  "File:Anatoly Karpov 1979.jpg"    by Anefo / Croes, R.C. is marked with CC0 1.0.


29 julio 2023

Ajedrez y sabiduría: José Raúl Capablanca
julio 29, 20230 Comments


Contexto histórico y biográfico

Capablanca nació en La Habana, Cuba, en 1888 y aprendió a jugar ajedrez a una edad temprana gracias a su padre. A los 13 años, ya había ganado el campeonato de ajedrez de Cuba, y en 1921, se convirtió en el tercer campeón mundial de la historia. Su estilo de juego se caracterizaba por la sencillez, el dominio de los finales y un gran juicio posicional. Pero, como todo jugador, también experimentó derrotas a lo largo de su carrera.

 

El significado de la frase

La frase de Capablanca refleja su actitud humilde y autocrítica ante el ajedrez y también expresa la idea de que las derrotas son una oportunidad para aprender y mejorar, mientras que las victorias pueden generar complacencia y conformismo. Capablanca reconocía que sus derrotas le habían enseñado más que sus partidas ganadas, porque le habían mostrado sus debilidades y le habían obligado a corregir sus errores. Por eso, Capablanca recomendaba ser conscientes de los beneficios que pueden aportarnos las derrotas y aprovecharlas para crecer como ajedrecistas.

 

Vivir la frase

En la vida, el éxito y el fracaso son parte del proceso de aprendizaje y desarrollo personal. El fracaso no debe ser visto como un obstáculo o una vergüenza, sino como una oportunidad para aprender y mejorar. El éxito, por su parte, no debe ser visto como un fin o una recompensa, sino como un estímulo para seguir avanzando y buscando nuevos retos. Así podremos aprovechar mejor nuestras experiencias y lograr nuestros objetivos con más eficacia.


27 julio 2023

Ajedrez y relax, la combinación perfecta en Budapest
julio 27, 20230 Comments


¿Te imaginas jugar al ajedrez en una piscina de aguas termales? Eso es lo que puedes hacer en el Balneario Széchenyi,  un recinto termal de gran tamaño y belleza, situado en la capital de Hungría. Budapest es una ciudad con una gran tradición ajedrecística, que ha dado grandes maestros como László Szabó, Gyula Breyer, András Adorján o las hermanas Polgar. Pero también es famosa por sus balnearios, que aprovechan las propiedades curativas de las aguas subterráneas que brotan a altas temperaturas.

El Balneario Széchenyi es uno de los más impresionantes, inaugurado en 1913 con un estilo neobarroco. Cuenta con varias piscinas, algunas al aire libre y otras en recintos interiores, un centro de bienestar con masajes, aromaterapia, pedicura con peces y mucho más. Pero lo que lo hace único para los amantes del ajedrez es que podrás jugar una partida con los lugareños metido en el agua y apoyado en alguno de los muros que se introducen en la piscina. No te confíes, los húngaros son buenos jugadores y tendrás que emplearte a fondo para ganarles. Además, tendrás la oportunidad de volver a enfrentarte a ellos en las próximas Olimpiadas de Ajedrez de 2024, que se celebrarán en su país.

Budapest te ofrece una experiencia única de ajedrez y bienestar. ¿Te apuntas a vivir esta experiencia en el balneario más grande de Europa?


Imagen: "File:Széchenyi Gyógyfürdő, 2011. Chess in the Budapest Baths (6050758790).jpg" by Alex Proimos from Sydney, Australia is licensed under CC BY 2.0.

 

 

24 julio 2023

¿Cuánto sabes de? Para expertos
julio 24, 20230 Comments


Y ahora, la respuesta al quiz: ¿Qué jugador fue el primero en conseguir el título de Gran Maestro con menos de 13 años?

20 julio 2023

La carambola de Ding Liren
julio 20, 20230 Comments

Desde hace muchos años, soy aficionado al deporte en general y he visto multitud de partidos de futbol, baloncesto, tenis, etc. Pero desde hace algún tiempo me he empezado a plantear preguntas como si el campeón es el mejor, si nace o se hace,  o que le diferencia del resto. Y tengo la sensación de que para ganar no basta tener un gran talento, ni ser el que más trabaja. Ni siquiera un buen método garantiza nada. Con el tiempo me he dado cuenta de que para ganar, además de talento y trabajo, se necesita una buena dosis de suerte. Es clave estar en el lugar adecuado en el momento justo. Y esa sensación se ha multiplicado tras ver como transcurrió el último campeonato del mundo de ajedrez.


La suerte en el deporte

He visto tantos casos de suerte y mala suerte en el deporte, que solo con esto, ya me daría para escribir un artículo entero. Pero al final ¿todo es suerte?. A menudo, los seres humanos justificamos nuestros fracasos aludiendo a la mala suerte, porque es difícil reconocer que algo se ha hecho mal. Tendemos a buscar factores externos para justificar nuestras derrotas, en cambio cuando ganamos es porque somos muy buenos. Pero, ¿cuál es la realidad de todo esto?. Muchos buscan la suerte en supersticiones, pensando que hacer alguna cosa nos puede ayudar a ganar, aunque no tenga nada que ver con el juego. Pero el solo hecho de creer, puede darnos una confianza que podría aumentar nuestras posibilidades de ganar.


La suerte en el ajedrez

En un mundo tan igualado, muchas veces las cosas se deciden por pequeños detalles. Actualmente, con la informática e internet, el ajedrez llega a cualquier rincón del mundo y con ello, su conocimiento y aprendizaje. Antes, había que buscar en bibliotecas o conocer a grandes jugadores para tener más posibilidades de prosperar en este  mundo. Ahora, los jóvenes tienen mucho material, desde programas para analizar hasta vídeos explicando el más mínimo detalle. Hoy en día, marcar diferencias es más difícil, y muchas veces, que gane uno u otro es cuestión de suerte. En ese sentido podemos hablar de Magnus Carlsen, un ajedrecista superlativo, no solo en ajedrez clásico, sino también en rápidas y relámpago. Un jugador que merecía el título mundial, pero que sin embargo, se clasifico para su primera final gracias a un golpe de suerte. Carlsen perdió con blancas contra Svidler la última ronda del candidatos, pero su máximo rival, Vladímir Krámnik, también perdió y gracias a eso y al criterio de desempate, Magnus gano el candidatos. Después, en la final contra Anand, demostró ser el mejor, pero quién sabe como hubiera sido la historia si Krámnik no pierde esa partida contra Ivanchuk. Al final y salvo que un jugador sea muy superior al resto, la suerte es necesaria para poder ser el número uno. Esto paso con Carlsen y también con Karpov, que fue proclamado campeón tras ganar el candidatos y la negativa de Bobby Fischer a jugar sino era bajo ciertas condiciones. Este año en cambio, la renuncia de Carlsen no supuso el título para Nepo. Esta vez, la FIDE decidió invitar al segundo clasificado del candidatos para así celebrar el match mundial. En este caso, vemos como en situaciones similares, un jugador resulta campeón y otro no. En el caso de Ding Liren, la suerte fue aún mayor, ya que tanto su clasificación para el candidatos como para el mundial no las gano en el tablero, sino que vinieron motivadas por aspectos externos.


El camino de Ding Liren hacia el trono

Desde hace unos años, Ding Liren ya era uno de los principales favoritos para ganar el mundial de ajedrez. Especialmente en 2018, cuando logro estar nada menos que 100 partidas sin perder. Un record así nos hacía pensar que Ding sería el sucesor de Magnus Carlsen, sin embargo, los últimos años no se le vio tan fuerte y jugadores como Caruana o Ian Nepomniachtchi parecían más solventes de cara a poder suceder a Magnus Carlsen.  Así las cosas, los últimos años Ian Nepomniachtchi se mostro intratable en los torneos de candidatos pero en su primera final ante Carlsen, se le vio nervioso y no estuvo al nivel que una final requería. Magnus Carlsen seguía demostrando que era el mejor, pero todo cambio en 2022, cuando Carlsen hizo un extraño anuncio. Magnus renuncio a defender el título por falta de motivación. De este modo, el candidatos que se estaba jugando por esas fechas, abría la puerta al segundo clasificado para poder competir por el mundial. El claro campeón fue Nepo al que le sobro la última partida para certificar su primer puesto. Sin embargo, la renuncia de Carlsen puso emoción a la última ronda con la partida entre Ding Liren y Nakamura. Gracias a su triunfo ante Nakamura y la renuncia de Magnus, Ding podía optar a ser campeón del mundo. En este caso vemos como la clasificación de Ding se debió a méritos deportivos, ganando a Nakamura la última ronda, pero también a la suerte, gracias a la decisión de Magnus de renunciar a defender el título. Pero la suerte de Ding Liren no quedo ahí, ya que jugó el torneo de Candidatos de Madrid por la descalificación de Karjakin al mostrar su apoyo a Putin en la guerra de Ucrania. Es decir, que Ding Liren jugó el canditatos de rebote y el match mundial también. Vamos, lo que en billar llamamos carambola.


El match mundial entre Nepo y Ding

Este match venía marcado por la ausencia del campeón Magnus Carlsen, lo cual ya le restaba cierto interés en los medios y la afición. La ausencia del mejor jugador del mundo, o al menos el más mediático, era malo para la difusión del ajedrez. Sin embargo, era una gran oportunidad para Nepo y Ding. El torneo arranco con dominio de Nepo en la primera partida, pero no logro materializarlo, terminando en tablas. La segunda partida, Ding llevo blancas y fue muy criticado por su jugada h3 en el cuarto movimiento. Para algunos, esta jugada no es propia de un campeonato del mundo y Nepo supo aprovecharla para quedarse mejor y ganar la partida en 29 jugadas. La tercera ronda termino en tablas y en la cuarta, Nepo perdió la ventaja que volvería a conseguir en la quinta. En la sexta partida Ding volvió a igualar pero después, Nepo volvió a ponerse por delante en el marcador. El match entraba en una fase divertida para el aficionado, tras 4 partidas sin tablas, pero con muchos errores. Ambos jugadores no estaban jugando su mejor ajedrez, al menos defensivamente. La falta de solidez y quizás los nervios ante lo que había en juego, nos dejo un match con pocas tablas y un Nepo siempre por delante pero incapaz de mantener las ventajas. Después de la séptima partida, llegamos al ecuador del torneo con ventaja para Nepo de 1 punto.  A Nepo le bastaba con empatar el resto de partidas, pero tras 4 tablas, vino una derrota con una partida muy mala por su parte. Esto volvió a igualar el marcador y dejo a Nepo algo tocado de cara a las dos últimas partidas. En esas partidas, se vio a Nepo especialmente nervioso y por primera vez, Ding parecía que podría imponerse sin tener que jugar las partidas de desempate. Pero Nepo aguanto y llego a lo que es una de sus especialidades, las rápidas. Así, tras casi un mes de mundial, todo se decidió con 4 partidas rápidas. Las 3 primeras terminaron en empate pero Ding gano la última, aprovechando magistralmente los errores de Nepo y logrando con ello, el título de campeón del mundo de ajedrez.


Conclusión final

Podríamos decir que Ding Liren estuvo en el lugar adecuado en el momento justo, y con algo de suerte, logro jugar candidatos y el mundial. Una vez llego a la final, Ding nunca  estuvo por delante hasta el último suspiro del match, pero al final, lo que cuenta es quién gana la última partida y en este caso, la gano él. En su preparación, Ding Liren conto con el talentoso y creativo GM Richard Rapport, lo cual le llevo a jugar con un estilo menos ortodoxo, siendo posiblemente más impreciso pero ganando en creatividad.  Quizás con Magnus Carlsen no le hubiera ido tan bien, pero eso nunca se sabrá. Lo que queda es que comienza un nuevo reinado en el mundo del ajedrez y lo hace con el primer campeón mundial chino de la historia. Esto tiene su parte positiva ya que China es el país más poblado del mundo y el hecho de que un chino sea campeón podría aumentar notablemente la afición al ajedrez en esa región del planeta.

Víctor


Imagen: "Ding Liren 2, Torneo de Candidatos 2018 (recortado)" de Vladimir Barskij tiene licencia CC BY-SA 3.0 .



11 julio 2023

Los mates elementales de ajedrez: cómo reconocerlos y ejecutarlos
julio 11, 20230 Comments

Los mates de ajedrez son el objetivo final de la partida, donde se consigue la victoria definitiva. Para dar mate al rey rival, debemos aprovechar el poder de nuestras piezas y coordinarlas entre sí, evitando el ahogado o las tablas. Sin embargo, no todos los mates son iguales, ni se presentan con la misma frecuencia o dificultad.

Los mates elementales de ajedrez son aquellos en los que el rey del bando débil está solo y el bando fuerte dispone de una o dos piezas. Estos mates son los más básicos y los que todo jugador debe conocer y dominar, ya que se presentan con mucha frecuencia en la práctica y tienen unos patrones y principios muy claros.

En este artículo vamos a repasar algunos de los mates elementales más importantes y a explicar cómo reconocerlos y ejecutarlos correctamente. También veremos por qué son importantes para nuestro desarrollo como ajedrecistas y cómo nos ayudan a entender mejor otros aspectos del juego.


Mate de Rey y Dama contra Rey

Este es el mate elemental más fácil y el primero que debemos aprender. Además es muy frecuente debido a la coronación de los peones. Consiste en dar mate al rey rival con nuestra dama y nuestro rey, aprovechando el gran poder de la dama para controlar muchas casillas. Para lograrlo, debemos poner nuestra dama en posición de caballo respecto al rey rival y así encerrarlo en un rectángulo. Posteriormente, basta con copiar con nuestra dama los movimientos del rey adversario hasta que este termine en un rincón del tablero. En ese momento, ya no podemos seguir copiando las jugadas ya que llegaríamos a una posición de ahogado. Una vez hemos llevado al rey a una esquina del tablero, basta con acercar nuestro rey para apoyar a la dama y así, poder dar mate. Debemos evitar las repeticiones de posición o la regla de las 50 jugadas que puede dar lugar a tablas. 


Mate con dos torres

Este es otro mate elemental que debemos saber jugar. Consiste en dar mate al rey rival con nuestras dos torres aprovechando su poder para controlar filas y columnas. Para lograrlo, debemos llevar al rey rival al borde del tablero, donde tiene menos movilidad y es más vulnerable. Para ello, basta usar nuestras torres para dar jaques y acotar la movilidad del rey rival, pero sin dejarlas expuestas a ser capturadas y evitando ahogar al rey contrario. El proceso es sencillo y es similar a subir una escalera. Primero avanzamos una torre y luego la otra. De esta forma, vamos empujando al rey hacia el borde del tablero, donde le daremos mate. Lógicamente, el rey tratara de acercarse a las torres para alargar el proceso, pero en ese caso, basta con llevarlas al otro flanco y seguir con lo que estábamos haciendo. De esta forma, en pocas jugadas llegaremos a posición de mate.



Mate de Rey y Torre contra Rey

Este es otro mate elemental que debemos dominar. Consiste en dar mate al rey rival con nuestra torre y nuestro rey, aprovechando el poder de la torre para controlar filas y columnas. Para lograrlo, debemos acorralar al rey rival en el borde del tablero. Tenemos que usar nuestra torre para dar jaques y cortar la escapatoria del rey rival, pero sin dejarla expuesta a ser capturada y evitando posiciones de ahogado. Con el rey debemos apoyar a la torre y acercamos al rey rival. Hay que forzar que el rey contrario se sitúe en frente del nuestro para así, darle jaque y obligarlo a retroceder una fila o columna. De esta forma, cuando el rey llegue al borde del tablero, no tendrá más espacio para retroceder y con ello, podremos darle mate en pocas jugadas.


Otros mates elementales

Además de los mates anteriores, hay otros mates elementales que debemos conocer y que se presentan con menos frecuencia, pero que también tienen su importancia. Algunos de ellos son:

Mate con dos alfiles: consiste en dar mate al rey rival con nuestros dos alfiles y nuestro rey, aprovechando el poder de los alfiles para controlar diagonales. Para lograrlo, debemos ir encerrando al rey poco a poco en regiones triangulares más pequeñas y tratar de llevarlo a un rincón.

Mate con alfil y caballo: consiste en dar mate al rey rival con nuestro alfil, nuestro caballo y nuestro rey, aprovechando el poder combinado de estas piezas para controlar casillas de ambos colores. Para lograrlo, debemos llevar al rey rival a la esquina del mismo color que nuestro alfil.

Mate con dos caballos: Este mate no es posible salvo que el rey rival colabore. La idea sería llevar al rey a una esquina pero en el momento clave, no podemos forzarle a que vaya a la casilla donde podríamos darle mate. Sin embargo, si el rey rival tiene un peón, hay casos en los que podríamos forzar el mate con los dos caballos, bloqueando ese peón y utilizándolo a nuestro favor para evitar temas de ahogado.

Estos son algunos de los mates elementales de ajedrez que debemos conocer y dominar. Pero, ¿por qué son importantes y cómo nos ayudan a mejorar nuestro juego?.


La importancia de los mates elementales

Son importantes ya que si no los conocemos no podremos ganar la mayoría de las partidas. Hay que tener en cuenta que estas posiciones son consecuencia del devenir del juego, y tras la apertura y el medio juego, se suele llegar a posiciones que requieren de técnica para poder decantarlas a nuestro favor. En cuanto a mates elementales, por su frecuencia son especialmente importantes el de rey y dama contra rey y el de rey y torre contra rey. Es cierto que alguna vez podría darse el caso de acabar la partida con dos alfiles o alfil y caballo contra rey, y si no sabemos ganarlos, la partida terminaría en tablas. Pero lo normal es que algún peón corone y no sé de esa situación. Saber cómo resolver los finales elementales es decisivo en nuestros resultados ajedrecísticos, pero sobre todo, debemos conocer el de dama y el de torre, ya que son los más frecuentes y también los más sencillos. 


En definitiva, los mates elementales son una base fundamental para nuestro desarrollo como ajedrecistas, y nos preparan para afrontar otros mates más complejos y variados. Por eso, te animo a que los estudies con atención y los practiques con frecuencia. Verás cómo tu nivel de ajedrez mejora notablemente.


7 consejos para enseñar ajedrez a los niños
julio 11, 20230 Comments

¿Te gustaría enseñar ajedrez a tus hijos, sobrinos o alumnos, pero no sabes por dónde empezar? ¿Quieres que aprendan a jugar de forma divertida y eficaz, sin aburrirse ni frustrarse? Entonces este artículo es para ti.

El ajedrez es un juego que tiene muchos beneficios para el desarrollo cognitivo, emocional y social de los niños. Por un lado, les ayuda a mejorar su memoria, su concentración, su lógica, su creatividad, su autoestima y su respeto por los demás. Por otro lado, es una actividad lúdica que pueden compartir con sus amigos y familiares.

Pero enseñar ajedrez a los niños no es tan fácil como parece. Hay que tener en cuenta su edad, su nivel, su personalidad y sus intereses. No se trata solo de explicarles las reglas y las jugadas, sino de motivarles, de despertar su curiosidad y de adaptarse a su ritmo de aprendizaje.

Por eso, en este artículo te vamos a dar 7 consejos para enseñar ajedrez a los niños. Si los sigues, verás cómo tus pequeños alumnos se convierten en unos apasionados del ajedrez, y cómo tú también disfrutas del proceso.


1. Adapta el nivel

No todos los niños aprenden ajedrez al mismo ritmo ni tienen las mismas capacidades. Por eso, es fundamental adaptar el nivel de enseñanza al nivel de cada niño. No puedes pretender que todos avancen al mismo paso ni que todos entiendan lo mismo.

Para adaptar el nivel, tienes que tener en cuenta la edad del niño, su experiencia previa con el ajedrez, su grado de madurez y su estilo de aprendizaje. No es lo mismo enseñar ajedrez a un niño de 4 años que a uno de 10, ni a uno que ya sabe mover las piezas que a uno que nunca ha jugado.

También tienes que tener en cuenta sus intereses y motivaciones. Algunos niños prefieren aprender jugando, otros prefieren aprender escuchando o leyendo. Algunos se sienten más cómodos con ejercicios prácticos, otros con ejercicios teóricos. Algunos se motivan con la competición, otros con la cooperación.

Lo mejor es que combines diferentes métodos y actividades, y que observes cómo reacciona cada niño. Así podrás ajustar el nivel y el ritmo de enseñanza a sus necesidades y preferencias.


2. Hazlo divertido

El ajedrez es un juego, y como tal, tiene que ser divertido. Si los niños se aburren o se frustran, perderán el interés y el gusto por el ajedrez. Por eso, tienes que hacer que las clases de ajedrez sean entretenidas y variadas, y que los niños se lo pasen bien mientras aprenden.

Para ello, puedes usar juegos, canciones, historias, adivinanzas o chistes relacionados con el ajedrez. También puedes inventar tus propias variantes del juego, con reglas diferentes o con piezas especiales. O puedes organizar torneos, concursos o premios para incentivar la participación y el esfuerzo.

Lo importante es que los niños se diviertan, que se sientan cómodos y relajados, y que vean el ajedrez como una actividad lúdica y no como una obligación o una imposición.


3. Fomenta la creatividad

El ajedrez es un juego que estimula la creatividad de los niños, ya que les permite expresarse libremente y explorar diferentes posibilidades. Por eso, es importante que fomentes la creatividad de tus alumnos, y que no les limites ni les critiques por sus ideas o sus jugadas.

Para fomentar la creatividad, puedes proponerles ejercicios que les hagan pensar fuera de lo común, que les reten a buscar soluciones originales o que les inviten a imaginar situaciones fantásticas. Por ejemplo, puedes pedirles que inventen un nombre para cada pieza, que creen su propia apertura o que jueguen con piezas invisibles.

También puedes dejarles experimentar con el tablero y las piezas, que prueben diferentes movimientos y combinaciones, y que descubran por sí mismos las consecuencias de sus acciones. No les corrijas ni les digas lo que tienen que hacer, solo guíales y orientales cuando sea necesario.

Lo importante es que los niños desarrollen su pensamiento creativo, que sean capaces de generar ideas propias y de resolver problemas de forma innovadora.


4. Enseña valores

El ajedrez no es solo un juego, sino también una escuela de vida. El ajedrez enseña valores a los niños, como el respeto, la responsabilidad, la honestidad, la humildad o la perseverancia. Estos valores son fundamentales para su formación como personas y para su convivencia con los demás.

Por lo tanto, es importante que enseñes valores a tus alumnos a través del ajedrez, y que les des ejemplo con tu actitud y tu comportamiento. No solo se trata de enseñarles las reglas del juego, sino también las normas de conducta y de etiqueta.

Para enseñar valores, puedes aprovechar las situaciones que se dan en el juego, como el saludo inicial y final, el ofrecimiento y la aceptación del empate, el reconocimiento del error o del mérito del rival, o el análisis posterior de la partida. Asimismo puedes usar historias o anécdotas de grandes maestros o campeones del ajedrez, que ilustren los valores que quieres transmitir.

Lo importante es que los niños aprendan a jugar al ajedrez con respeto y con deportividad, que sean conscientes de sus actos y de sus consecuencias, y que valoren el esfuerzo y el aprendizaje.


5. Usa las nuevas tecnologías

Las nuevas tecnologías son una herramienta muy útil para enseñar ajedrez a los niños, ya que les ofrecen una forma más dinámica, interactiva y atractiva de aprender. Además, les permiten acceder a una gran cantidad de información, recursos y oportunidades relacionadas con el juego.

Por eso, es importante que uses las nuevas tecnologías en tus clases de ajedrez, y que las integres con el material tradicional. Puedes usar ordenadores, tablets o smartphones para mostrar vídeos, imágenes o animaciones que ilustren tus explicaciones. También puedes usar aplicaciones, programas o páginas web para practicar ejercicios, jugar partidas online o seguir torneos en directo.

También puedes aprovechar las redes sociales, los blogs o los podcasts para comunicarte con tus alumnos, compartir contenidos o crear una comunidad de aficionados al ajedrez. O puedes usar plataformas educativas, cursos online o juegos interactivos para complementar tu formación o la de tus alumnos.

Lo importante es que uses las nuevas tecnologías de forma adecuada y responsable, y que las adaptes al nivel y al interés de cada niño.

 

6. Relaciona el ajedrez con otras disciplinas

El ajedrez es un juego que tiene muchas conexiones con otras disciplinas, como las matemáticas, la historia, la literatura, el arte o la ciencia. Estas conexiones pueden enriquecer la enseñanza del ajedrez a los niños, ya que les muestran la diversidad y la complejidad del juego, y les ayudan a comprender mejor sus conceptos y sus principios.

Por eso, es importante que relaciones el ajedrez con otras disciplinas en tus clases, y que les enseñes a tus alumnos cómo el juego se refleja o se inspira en ellas. Puedes usar ejemplos, curiosidades o anécdotas que vinculen al ajedrez con otras áreas del conocimiento o de la cultura. Por ejemplo, puedes explicarles cómo el ajedrez se originó en la India, cómo se difundió por Europa y por el mundo, cómo influyó en la literatura o en el cine, o cómo se usa para estudiar la inteligencia artificial.

También puedes proponerles actividades que integren el ajedrez con otras disciplinas, como: resolver problemas matemáticos con las piezas de ajedrez, escribir cuentos o poemas sobre el juego o dibujar y colorear tableros y piezas.

Lo importante es que relaciones el ajedrez con otras disciplinas, y que les muestres a los niños la riqueza y belleza del juego.


7. Sé paciente y positivo

Enseñar ajedrez a los niños puede ser una tarea difícil y exigente, pero también muy  satisfactoria. No hay que desanimarse ni rendirse ante las dificultades, sino seguir adelante con ilusión y confianza.

Tienes que tener en cuenta que cada niño tiene su propio ritmo y su propia forma de aprender. No puedes compararlos ni presionarlos por sus resultados. Tampoco puedes exigirles más de lo que pueden dar ni castigarles por sus fallos. Tienes que respetar su proceso de aprendizaje y apoyarles en todo momento.

También tienes que tener en cuenta que el ajedrez es un juego complejo, que requiere tiempo y práctica para dominarlo. No puedes pretender que los niños aprendan todo en poco tiempo ni que jueguen como profesionales. Tienes que ir paso a paso, y reforzar lo aprendido con repasos y ejercicios.

Además, tienes que tener en cuenta que el ajedrez es un juego divertido y emocionante. No puedes transmitirles a los niños una visión negativa o aburrida del juego. Tienes que contagiarles tu entusiasmo y celebrar con ellos sus logros y avances. Lo importante es que seas paciente y positivo, y que disfrutes de enseñar ajedrez a los niños.


En definitiva, enseñar ajedrez a los niños es una actividad muy beneficiosa y enriquecedora, tanto para ellos como para ti. El ajedrez les ayuda a desarrollar sus habilidades cognitivas, emocionales y sociales, y les abre las puertas a un mundo de cultura y de diversión. Y tú puedes sentir la satisfacción de compartir tu pasión y tu conocimiento con ellos, y de ver cómo crecen y aprenden.

Por eso si aplicas estos consejos, lograrás que tus clases de ajedrez sean divertidas y enriquecedoras, tanto para ti como para tus alumnos.