Jugar al ajedrez contra más de 600 personas al mismo tiempo y durante más de un día seguido puede parecer imposible, pero eso es lo que logró el gran maestro iraní Ehsan Ghaem Maghami en febrero de 2011, cuando estableció el récord mundial de partidas simultáneas de ajedrez.
¿Quién es Ehsan Ghaem Maghami?
Ehsan Ghaem Maghami es el mejor jugador de ajedrez de Irán y uno de los más fuertes de Asia. Nació en Teherán en 1982 y se convirtió en campeón nacional a una edad temprana. A los 18 años obtuvo el título de gran maestro, siendo el primero en conseguirlo en Irán.
A lo largo de su carrera, ha ganado varios torneos internacionales y ha representado a su país en múltiples olimpiadas de ajedrez. Su mejor ranking mundial fue el puesto 67, que alcanzó en abril de 2005.
¿Cómo fue el récord mundial de simultáneas de ajedrez?
El récord mundial de simultáneas de ajedrez se llevó a cabo en el estadio deportivo de la Universidad Shahid Beheshti, en Teherán, Irán, los días 8 y 9 de febrero de 2011.
El objetivo era superar el récord anterior, que estaba en manos del gran maestro israelí Alik Gershon, que había jugado contra 523 personas en Tel Aviv en octubre de 2010 y para ello, se inscribieron más de 600 jugadores. El gran maestro Ehsan Ghaem Maghami comenzó a jugar a las 10:20 a.m. del día 8 y terminó a las 11:25 a.m. del día siguiente, después de 25 horas ininterrumpidas. Durante ese tiempo, recorrió unos 55 kilómetros por el estadio, moviéndose entre las mesas donde estaban sus rivales.
El resultado fue impresionante: jugó un total de 604 partidas, de las cuales ganó 580, empató 16 y perdió solo 8. Su porcentaje de victorias fue del 97,35%, superando el mínimo exigido del 80%. Así, consiguió batir el récord mundial y entrar en el libro Guinness de los récords con una ventaja de 81 partidas sobre el anterior poseedor.
¿Qué significado tiene el récord mundial de simultáneas de ajedrez?
El récord mundial de simultáneas de ajedrez no solo fue un desafío personal para Ehsan Ghaem Maghami, sino también una forma de promover el ajedrez en Irán y en el mundo. Fue, sin duda, una proeza extraordinaria que demostró su capacidad, su resistencia y su pasión por el ajedrez. Un ejemplo de superación y de amor por este deporte que merece ser reconocido y admirado.
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