El ajedrez es un juego
de estrategia, pero también de lucha por el espacio. El espacio es la cantidad
de casillas que controlas o puedes usar con tus piezas. Cuanto más espacio
tengas, más libertad de movimiento tendrás, y con ello, más posibilidades de
atacar o defender.
El espacio más
importante del tablero es el centro, formado por las casillas d4, d5, e4 y e5.
El centro es el punto de conexión entre los tres sectores del tablero: el
flanco de rey, el flanco de dama y el centro mismo. Controlar el centro te
permite mover tus piezas de un sector a otro con facilidad, así como influir en
las casillas adyacentes al centro.
Por eso, una de las estrategias
más fundamentales del ajedrez es dominar el centro. Esto significa controlar u
ocupar las casillas centrales con tus peones o piezas, impidiendo que tu rival
haga lo mismo. De esta forma, obtienes una ventaja posicional que puedes aprovechar
para lanzar un ataque o para impedir el contrajuego del rival.
¿Cómo dominar el centro en ajedrez?
Para dominar el centro
del tablero, debes seguir una serie de principios generales que te ayudarán a
conseguir este objetivo. Estos principios son:
Mueve los peones centrales en la apertura. Los peones son los encargados de
ocupar y defender las casillas centrales. Por eso, en la apertura debes mover
los peones del rey, dama, o ambos, para luchar por el control del centro. No
suele ser bueno mover muchos peones en la apertura, ya que probablemente
perderás tiempos y debilitarás tu estructura de peones.
Desarrolla tus piezas hacia el centro. Las piezas son las encargadas de
apoyar y reforzar a los peones centrales, así como de atacar o defender las
casillas centrales. Por eso, en la apertura debes desarrollar tus piezas hacia
el centro. No desarrolles tus piezas hacia los laterales del tablero, ya que
perderán movilidad y eficacia.
Enroca tu rey lo antes posible. El rey es la pieza más vulnerable del tablero,
y por eso debes protegerlo en la apertura. El mejor lugar para hacerlo es en
uno de los flancos del tablero, donde hay menos acción y menos riesgo de ser
atacado. Para ello, conviene enrocar tu rey lo antes posible, preferiblemente
hacia el flanco de rey, que suele ser más seguro. No suele ser bueno demorar el
enroque o hacerlo en flanco de dama, ya que el rey quedará más expuesto a
posibles ataques.
Evita cambiar tus piezas centrales por las laterales del rival. Las piezas
centrales son más valiosas que las laterales, ya que tienen más movilidad y más
influencia en el tablero. Por eso, debes evitar cambiar tus piezas centrales
por las laterales del rival, a menos que obtengas alguna ventaja a cambio. Por
ejemplo, no cambies tu caballo central por el alfil lateral del rival, a menos
que le dobles los peones o le debilites la estructura de peones.
Avanza tus peones centrales cuando sea conveniente. Los peones centrales
pueden avanzar para ganar más espacio y crear amenazas al rival. Por ejemplo,
puedes avanzar tu peón de rey o dama para abrir líneas para tus piezas o para
crear un peón pasado que pueda coronarse. Sin embargo, debes tener cuidado al
avanzar tus peones centrales, ya que también puedes debilitar tu centro o dejar
huecos para las piezas del rival. Por eso, debes avanzar tus peones centrales
solo cuando sea conveniente y cuando tengas el apoyo suficiente de tus piezas.
¿Qué hacer cuando el rival domina el centro en ajedrez?
A veces, el rival
puede conseguir dominar el centro antes que tú, o puede contrarrestar tu
intento de dominar el centro. En ese caso, debes saber cómo reaccionar y cómo
luchar por el centro. Algunas de las formas de hacerlo son:
Ataca el centro del rival con tus peones o piezas. Si el rival ocupa o
controla el centro con sus peones o piezas, puedes tratar de atacar ese centro
con tus propios peones o piezas. Por ejemplo, puedes avanzar tus peones
laterales para socavar la base del centro del rival, o puedes usar tus piezas
para presionar sobre las casillas o los peones centrales del rival. De esta
forma, puedes debilitar o destruir el centro del rival, o al menos obligarlo a
defenderse y perder tiempos.
Juega en los flancos donde tengas más espacio. Si el rival domina el centro
y no puedes atacarlo directamente, puedes tratar de jugar en los flancos donde
tengas más espacio y más posibilidades de crear amenazas. Por ejemplo, si el
rival tiene un centro fuerte y cerrado, puedes jugar en el flanco de rey o en
el flanco de dama, donde puedas avanzar tus peones o tus piezas para crear un
ataque al rey o a los puntos débiles del rival. De esta forma, puedes compensar
tu desventaja central con una ventaja lateral.
Intenta llegar a un final favorable. Si el rival domina el centro, puedes
tratar de cambiar piezas buscando llegar a un final, que es la fase del juego
donde quedan pocas piezas en el tablero. En los finales, la ventaja central
puede perder importancia, y otras ventajas pueden ser más decisivas. Por
ejemplo, si el rival tiene un centro fuerte y abierto, pero tú tienes más peones
o mejor estructura de peones, puedes cambiar las piezas y llegar a un final
donde puedas explotar tu ventaja material o crear un peón pasado que pueda
coronarse. De esta forma, puedes neutralizar o revertir la ventaja central del
rival.
¿Cómo practicar la estrategia de dominar el centro en ajedrez?
La mejor forma de
practicar esta estrategia es jugar partidas de ajedrez, ya sea contra otros
jugadores o contra el ordenador. Te recomendamos que juegues partidas con un
tiempo suficiente para pensar y analizar las posiciones, y que después revises
las partidas con ayuda de un programa de ajedrez o un entrenador.
También puedes
practicar la estrategia de dominar el centro en ajedrez estudiando aperturas de
ajedrez. Las aperturas son las primeras jugadas de la partida, donde se define
la estructura y el carácter del juego. Hay muchas aperturas diferentes, pero
todas tienen como objetivo común dominar el centro. Te recomendamos que
estudies las aperturas que más te gusten y que se adapten a tu estilo de juego,
y que aprendas los principios generales y las ideas típicas que se aplican en
cada una.
En la imagen vemos como un alfil situado en el centro domina muchas más casillas que en un lateral o esquina del tablero. Aquí estamos ante un caso extremo donde el alfil blanco controla 13 casillas y el negro solo 7.
En la segunda imagen vemos como el caballo en el centro domina nada menos que 4 veces más casillas que en un rincón. En este caso extremo el caballo negro domina 8 casillas mientras que el blanco solo 2.
Estos dos diagramas muestran con claridad como las piezas menores, osea, el alfil y el caballo, tienen mucha más actividad cuando se encuentran cerca del centro del tablero, y a mayor actividad, más posibilidades de poder ganar.
Ejemplo de apertura ideal. Aquí, el bando blanco consigue optimizar sus piezas en solo 10 movimientos. Empezamos avanzando los dos peones centrales dos casillas para empezar a dominar el centro del tablero. Posteriormente, sacaremos los caballos y los alfiles hacia el centro para tener un mayor dominio de esta zona del tablero. Tras estos 6 movimientos, ya estamos en disposición de poder enrocar, mejorando así la seguridad del rey. Después movemos la dama para conectar las torres que finalmente llevaremos a d1 y e1 para reforzar nuestra posición desde la primera fila. Sin embargo, esto solo es posible en un mundo ideal, ya que el negro también mueve y a poco que sepa jugar, tratara de evitar este desarrollo o al menos, ralentizarlo lo más posible.
Conclusión
Dominar el centro en ajedrez es una estrategia fundamental que te puede ayudar a ganar partidas de ajedrez. Para dominarlo, debes seguir una serie de principios generales que te ayudarán a controlar u ocupar las casillas centrales con tus peones o piezas. También debes saber cómo reaccionar cuando el rival domina el centro, y cómo luchar por él con diferentes métodos. Por último, debes practicar la estrategia de dominar el centro jugando partidas y estudiando aperturas.
Esperamos que este artículo te haya sido útil e interesante.